H oy, invadida de gozo como me siento, casi flotando en mi mundo interior, observo como cada uno tiene su destino dibujado, como se pule cada idea hasta transformarla en una divina experiencia; como nos engrandece el ejercicio de la disciplina, la constancia, la perseverancia y, la paciencia que es la plataforma que sustenta el equilibrio y, en eso eres un Maestro de sabiduría amado hijo.
 El torso de David, según Michelángelo Es algo así, como sacar de un trozo de mármol, un David, victorioso, impecable. Es esculpir una obra de arte, donde día a día, te vi ser un escultor incansable.
Qué trascendental es, querido hijo, “creer en lo que creo”, tener la certeza de que podías lograr lo que te propusiste y para conseguirlo, consagrar las mejores energías a tu proyecto de vida, confiar, sin importar cuanto tiempo fuera necesario esperar que transcurriera, mientras se afianzaba y se fundía con los planes del universo.
 La obra cumbre de Michelángelo, a la que hace referencia Ingrid Matta Hoy, amado hijo, Andrés, de mi alma, sustentas tu Tesis de Maestría, "toda una obra de arte", hoy, más que nunca antes, bendigo el momento en que Dios y tú, permitieron que yo fuera tu madre, que afortunada soy.
Te amo profundamente, te admiro, te respeto, te honro y, te auguro una cosecha interminable de éxitos como Ser Humano y como Docente mi ¡¡¡Amado Maestro!!!
Un abrazo de gratitud a Gonzalo que estuvo a tu lado todo este tiempo, acompañándote en este trabajo, a tu hermano José Guillermo, toda la familia, allegados, amigos, a todos los que están disfrutando con nosotros de estos momentos hermosos.
Gracias Dios, Gracias Vida, Gracias Andresito por ser mi MAESTRO. |