L a leyenda nos habla de que la buena suerte nos puede llegar mediante un trébol de cuatro hojas que pueda aparecer en nuestras vidas. Según fábula al respecto, parece ser que, tras una mala etapa en la vida de cualquier ser humano, si éste logra encontrar un trébol de cuatro hojas cambia el signo de su vida hasta poder acariciar la suerte en todos los sentidos. No soy una mujer que viva bajo el efluvio de las supersticiones pero, llegado el caso, a todo hay que ponerle cuidado en la vida.
Juro ante Dios que, en toda mi existencia, jamás había visto un trébol de cuatro hojas; sin duda, es un ejemplar rarísimo que, como se dice, aparece uno por cada millón de ejemplares de tres hojas que, como sabemos, es lo natural en este tipo de plantas. Si al respecto todo es fantástico, para mi dicha, que dicho trébol me lo encuentre en mi propia casa en una de las plantas que adornan mi balcón, es por ello que les quiero contar mi felicidad, mi asombro y, como antes dije, hasta tomar la lectura adecuada ante la aparición de dicha planta en mi casa que, con sus foliolos relucientes, me haya quedado llena de expectativas. 
Estoy asombrada, no puedo negarlo, como lo estaría cualquiera, ¿verdad? Toda mi vida me la pasé escuchando las leyendas al respeto del trébol de cuatro hojas pero, como dije, jamás había visto yo un ejemplar como el citado. Eufemísticamente dicho, podríamos decir que todos sabemos de la existencia de Dios, pero que nadie le hemos visto físicamente. Con el trébol de cuatro hojas me pasaba lo mismo; todo el mundo lo ponderaba pero, como expongo, presagio que muy poca gente lo ha visto de forma física.
Estemos atentos a la simbología que nos manifiesta dicho trébol en sus cuatro foliolos, cuyas hojas nos manifiestan lo que sigue.
Primera: LA ESPERANZA
Segunda: LA FE
Tercera: EL AMOR
Cuarta: LA SUERTE
¿Quién me dice a mí, tras todo lo que he vivido este año, hasta haber perdido dos seres queridos, incluso mi propio trabajo, que no cambiará mi suerte a partir de este instante? De momento el cambio es sustancial, yo diría que fantástico puesto que, ahora, haber encontrado el trébol de cuatro hojas y precisamente en mi propia casa, ¿quién me dice a mí que posiblemente me encuentre ante un cambio radical en mi existencia? Por el momento, dicho trébol, secado y barnizado, ya se encuentra dentro de las páginas de mi libro favorito, LOS CUADERNOS DE CABRAL.
Para mí, este hecho, me resulta como algo mágico, algo que no había visto jamás, que lo había escuchado miles de veces en tantos lugares, pero que jamás había tenido la suerte de contemplarlo y, como digo, hasta haberlo visto crecer dentro de mi propia casa. Sin duda que, gracias a este trébol de cuatro hojas, el que nació dentro de mi propio hogar, seguiré atenta al discurrir de mi vida. Mi expectación es grande, mi esperanza, mucho más. |