D onde la esperanza reina en el corazón del mundo, cada cosa ocupa su lugar, las estrellas en el cielo, el sol y la luna, con esa luz que irradia desde lo alto todo es luminoso desde el cielo.
El amor está presente en el corazón de la gente, al amarnos todo se renueva, los niños siguen naciendo con su inocencia, todo lo llenan a pesar de los telediarios que no quiero mirar.
La buena gente habita este lugar de todos y para todos, donde no existe el tiempo ni el reloj. En este paraíso que muchos han sabido captar, los cuentos de niños tienen un final feliz con lecciones de vida que viene bien recordar. Cada persona se identifica con un cuento que refleja su realidad en la niñez, bien cierto es. 
Yo aprendo del Patito Feo que conmigo siempre vivió, un final que no contemple en esta vida de búsqueda en la que desde niña me sumergí, viviendo en un mundo que no era el que imaginé me he sentido Patito Feo caminando sin rumbo sin encontrar el final feliz, ahora que escribí el final de mi cuento, encontré al cisne, contemplo los lugares donde viven y conviven con los patos y todos animalitos que vienen y van a esos estanques y lagos de cualquier lugar. Les he observado una y otra vez, cada movimiento del cisne es señorial con una grandeza sin igual, en mi interior se abre una flor de paz y amor al mirarles y recordar la grandeza de alma escondida que no quiero ocultar, por eso te lo quiero contar. 
Del cisne he leído que se aparea para toda la vida y me ha sorprendido que un animal actúe de esa forma, me alegro de haber descubierto mi cuento y ponerle el final que faltaba, me dan ganas de bañarme en un estanque con ellos para sentirlo cerca, de momento los contemplo en la realidad de su día a día y en el ordenador.
En este tiempo cercano observó cómo cada ser con un cuento infantil se identifica más, en los personajes y el resumen de hoy se ve al niño que fuiste ayer, te lo cuento a ti amigo/a por si quieres observarlo en ti y en la gente que tu quieres, verás como si, funciona. Te dejó con la lección de vida, que tanto me ha servido a mí.
Le pongo música de Cabral. Hoy es un nuevo día, para empezar de nuevo Para cantar, para reír, para volver a ser félizzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
Levanto mi copa por la niñez y la cándida adolescencia. |