l pensar siempre fue la manera más inanimada de creer en el ser. Parte interesante de las masas tomaron la iniciativa en creer esto cierto. Lo lógico sería poder chequear las fuentes de la información. De donde viene esas creencias, esos pensamientos, esas vanas tareas de agradar y gustar como de decía Cabral. Pero en realidad, hemos sido no más que ovejas de un gigante rebaño, al cual muchos ya nos hemos salido por comprensión de que las cosas se sienten ya no se piensan.
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La razón muchas veces está quedando perpleja ante la intuición y esto nos conecta con lo divino. Antes era seguro el pensar ya que la masa crítica así se manejaba. Hoy es incoherente hacerlo, ya que hemos aprendido a ser libres de la mente, o al menos eso tratamos. Sin prisa, en la búsqueda interna desaparecerá el apuro para entender que ya no nos regimos por un reloj. Al contrario. Quien mire hacia adentro sabrá que somos inmortales desde hace siglos.
Soy un espíritu dentro de un cuerpo, mas no al revés. Las liturgias vanas de querer y no poder ya son frágiles ante los ojos de Dios, el universo o como se le quiera llamar. Ya es tiempo de saber ver y dejar que mirar. Ya que no es lo mismo ver que mirar o escuchar y oír. El ser humano es un generador constante de actuaciones, en esta obra de teatro como digo siempre. Cada uno cumple un papel en la obra y así interactuamos para limpiar o regenerar los karmas propios. Pero tengamos en cuenta que solo aquel que comprenda que esto no es más que ilusión estará en el aquí y el ahora.
Adrián Morell en un programa de TV
En la maya, según los hindúes. Es la manera en que se conjugan las cosas las que hacen que nos creamos esta realidad alterna a la realidad del universo. El bien o el mail son ilusiones del ser humano, mas no es real que esto es así. Para el universo o Dios, todo es parte del todo, nada es azar, todo tiene un fin. Hasta las mínimas cosas que nos pasan. Sentir, mirar, escuchar, tocar, experimentos del alma que conjuntamente al espíritu generan exquisitas situaciones dentro del espíritu y para bien del ser.
Esta es una gran escuela, a eso vinimos y para eso nos vamos. Entender esto es la parte más difícil, ya que como dije la maya nos suele fagocitar a menudo. Intrínseco es el vivir en la tierra, ya que nunca sabremos cual es la verdad desde el existir diario. Hay que ir más allá de toda existencia vana para saber cuál es el verdadero sentido del ser. Limpiar los velos es nuestra misión entonces serás libre. Libre y ser quien realmente somos ante Dios. Libres de la culpa que trae el ego, la ira, la mentira y otros tantos sentimientos bajos con los que nos conectamos a diario. La verdadera luz no es la que nos alumbra externamente, sino la interna que se hace externa y se comparte con otros. Gracias.