Plumas invitadas
Las fábulas de Pla Ventura
Entre lo Divino y lo Pagano
Frases célebres
Noticias
videos de Facundo Cabral
 

El contenido de esta página requiere una versión más reciente de Adobe Flash Player.

Obtener Adobe Flash Player

 
Autor: René Favarolo
21/07/2009
LA DESPEDIDA DE RENÉ FAVAROLO

E

l prestigioso cardiocirujano argentino, Dr. René Favaloro, que fuera un maestro y profesor de alcance mundial con respecto a la cirugía cardiovascular, ha dejado una enseñanza notable fuera de campo propio de ejercicio profesional: la ética y la moral. Sin embargo, por supuesto, es de dudoso carácter ético y moral su mismo suicidio, y por tal motivo ponemos entre comillas el alcance de sus enseñanzas, las cuales finalmente han de ser consideradas por Dios y no por nosotros. De cualquier manera, la que sigue es su carta de despedida, antes de su suicidio, donde transmite sus últimos pensamientos y preocupaciones.

Si se lee mi carta de renuncia a la Cleveland Clinic, está claro que mi regreso a la Argentina (después de haber alcanzado un lugar destacado en la cirugía cardiovascular) se debió a mi eterno compromiso con mi patria. Nunca perdí mis raíces. Volví para trabajar en docencia, investigación y asistencia médica. La primera etapa en el Sanatorio Guemes, demostró que inmediatamente organizamos la residencia en cardiología y cirugía cardiovascular, además de cursos de post grado a todos los niveles. Le dimos importancia también a la investigación clínica en donde participaron la mayoría de los miembros de nuestro grupo.

En lo asistencial exigimos de entrada un número de camas para los indigentes. Así, cientos de pacientes fueron operados sin cargo alguno. La mayoría de nuestros pacientes provenían de las obras sociales. El sanatorio tenía contrato con las más importantes de aquel entonces. La relación con el sanatorio fue muy clara: los honorarios, provinieran de donde provinieran, eran de nosotros; la internación, del sanatorio (sin duda la mayor tajada).

Nosotros con los honorarios pagamos las residencias y las secretarias y nuestras entradas se distribuían entre los médicos proporcionalmente. Nunca permití que se tocara un solo peso de los que no nos correspondía. A pesar de que los directores aseguraban que no había retornos, yo conocía que sí los había. De vez en cuando, a pedido de su director, saludaba a los sindicalistas de turno, que agradecían nuestro trabajo. Este era nuestro único contacto.

A mediados de la década del 70, comenzamos a organizar la Fundación. Primero con la ayuda de la Sedra, creamos el departamento de investigación básica que tanta satisfacción nos ha dado y luego la construcción del Instituto de Cardiología y cirugía cardiovascular. Cuando entró en funciones, redacté los 10 mandamientos que debían sostenerse a rajatabla, basados en el lineamiento ético que siempre me ha acompañado.

La calidad de nuestro trabajo, basado en la tecnología incorporada más la tarea de los profesionales seleccionados hizo que no nos faltara trabajo, pero debimos luchar continuamente con la corrupción imperante en la medicina (parte de la tremenda corrupción que ha contaminado a nuestro país en todos los niveles sin límites de ninguna naturaleza). Nos hemos negado sistemáticamente a quebrar los lineamientos éticos, como consecuencia, jamás dimos un solo peso de retorno. Así, obras sociales de envergadura no mandaron ni mandan sus pacientes al Instituto.

¡Lo que tendría que narrar de las innumerables entrevistas con los sindicalistas de turno!

Manga de corruptos que viven a costa de los obreros y coimean fundamentalmente con el dinero de las obras sociales que corresponde a la atención médica. Lo mismo ocurre con el Pami. Esto lo pueden certificar los médicos de mi país que para sobrevivir deben aceptar participar del sistema implementado a lo largo y ancho de todo el país. Valga un solo ejemplo: el Pami tiene una vieja deuda con nosotros, (creo desde el año 94 o 95) de 1.900.000 pesos; la hubiéramos cobrado en 48 horas si hubiéramos aceptado los retornos que se nos pedían (como es lógico no a mí directamente).

Si hubiéramos aceptado las condiciones imperantes por la corrupción del sistema (que se ha ido incrementando en estos últimos años) deberíamos tener 100 camas más. No daríamos abasto para atender toda la demanda. El que quiera negar que todo esto es cierto que acepte que rija en la Argentina, el principio fundamental de la libre elección del médico, que terminaría con los acomodados de turno. Los mismo ocurre con los pacientes privados (incluyendo los de la medicina prepaga) el médico que envía a estos pacientes por el famoso ana-ana , sabe, espera, recibir una jugosa participación del cirujano.

Hace muchísimos años debo escuchar aquello de que Favaloro no opera más! ¿De dónde proviene este infundio?. Muy simple: el paciente es estudiado. Conclusión, su cardiólogo le dice que debe ser operado. El paciente acepta y expresa sus deseos de que yo lo opere. “Pero cómo, ¿usted no sabe que Favaloro no opera hace tiempo?”. “Yo le voy a recomendar un cirujano de real valor, no se preocupe”. El cirujano “de real valor” además de su capacidad profesional retornará al cardiólogo mandante un 50% de los honorarios!

Varios de esos pacientes han venido a mi consulta no obstante las “indicaciones” de su cardiólogo. “¿Doctor, usted sigue operando?” y una vez más debo explicar que sí, que lo sigo haciendo con el mismo entusiasmo y responsabilidad de siempre. Muchos de estos cardiólogos, son de prestigio nacional e internacional.

Concurren a los Congresos del American College o de la American Heart y entonces sí, allí me brindan toda clase de felicitaciones y abrazos cada vez que debo exponer alguna “lecture” de significación. Así ocurrió cuando la de Paul D. White lecture en Dallas, decenas de cardiólogos argentinos me abrazaron, algunos con lágrimas en los ojos. Pero aquí, vuelven a insertarse en el “sistema” y el dinero es lo que más les interesa.

La corrupción ha alcanzado niveles que nunca pensé presenciar. Instituciones de prestigio como el Instituto Cardiovascular Buenos Aires, con excelentes profesionales médicos, envían empleados bien entrenados que visitan a los médicos cardiólogos en sus consultorios. Allí les explican en detalles los mecanismos del retorno y los porcentajes que recibirán no solamente por la cirugía, los métodos de diagnóstico no invasivo (Holter echo, camara y etc., etc.) los cateterismos, las angioplastias, etc. etc., están incluidos.

No es la única institución. Médicos de la Fundación me han mostrado las hojas que les dejan con todo muy bien explicado. Llegado el caso, una vez el paciente operado, el mismo personal entrenado, visitará nuevamente al cardiólogo, explicará en detalle “la operación económica” y entregará el sobre correspondiente!. La situación actual de la Fundación es desesperante, millones de pesos a cobrar de tarea realizada, incluyendo pacientes de alto riesgo que no podemos rechazar. Es fácil decir “no hay camas disponibles”.

Nuestro juramento médico lo impide.

Estos pacientes demandan un alto costo raramente reconocido por las obras sociales. A ello se agregan deudas por todos lados, las que corresponden a la construcción y equipamiento del ICYCC, los proveedores, la DGI, los bancos, los médicos con atrasos de varios meses. Todos nuestros proyectos tambalean y cada vez más todo se complica. En Estados Unidos, las grandes instituciones médicas, pueden realizar su tarea asistencial, la docencia y la investigación por las donaciones que reciben. Las cinco facultades médicas más trascendentes reciben más de 100 millones de dólares cada una! Aquí, ni soñando.
Realicé gestiones en el BID que nos ayudó en la etapa inicial y luego publicitó en varias de sus publicaciones a nuestro instituto como uno de sus logros!. Envié cuatro cartas a Enrique Iglesias, solicitando ayuda (¡tiran tanto dinero por la borda en esta Latinoamérica!) todavía estoy esperando alguna respuesta. Maneja miles de millones de dólares, pero para una institución que ha entrenado centenares de médicos desparramados por nuestro país y toda Latinoamérica, no hay respuesta.

¿Cómo se mide el valor social de nuestra tarea docente?

Es indudable que ser honesto, en esta sociedad corrupta tiene su precio. A la corta o a la larga te lo hacen pagar. La mayoría del tiempo me siento solo. En aquella carta de renuncia a la C. Clinic, le decía al Dr. Effen que sabía de antemano que iba a tener que luchar y le recordaba que Don Quijote era español!

Sin duda la lucha ha sido muy desigual.

El proyecto de la Fundación tambalea y empieza a resquebrajarse. Hemos tenido varias reuniones, mis colaboradores más cercanos, algunos de ellos compañeros de lucha desde nuestro recordado Colegio Nacional de La Plata, me aconsejan que para salvar a la Fundación debemos incorporarnos al “sistema”. Sí al retorno, sí al ana-ana. “Pondremos gente a organizar todo”. Hay “especialistas” que saben como hacerlo. “Debes dar un paso al costado. Aclararemos que vos no sabes nada, que no estás enterado”. “Debes comprenderlo si quieres salvar a la Fundación”

¡Quién va a creer que yo no estoy enterado!

En este momento y a esta edad terminar con los principios éticos que recibí de mis padres, mis maestros y profesores me resulta extremadamente difícil. No puedo cambiar, prefiero desaparecer.

Joaquín V. González, escribió la lección de optimismo que se nos entregaba al recibirnos: “a mí no me ha derrotado nadie”. Yo no puedo decir lo mismo. A mí me ha derrotado esta sociedad corrupta que todo lo controla. Estoy cansado de recibir homenajes y elogios al nivel internacional. Hace pocos días fui incluido en el grupo selecto de las leyendas del milenio en cirugía cardiovascular. El año pasado debí participar en varios países desde Suecia a la India escuchando siempre lo mismo.

“¡La leyenda, la leyenda!”

Quizá el pecado capital que he cometido, aquí en mi país, fue expresar siempre en voz alta mis sentimientos, mis críticas, insisto, en esta sociedad del privilegio, donde unos pocos gozan hasta el hartazgo, mientras la mayoría vive en la miseria y la desesperación. Todo esto no se perdona, por el contrario se castiga. Me consuela el haber atendido a mis pacientes sin distinción de ninguna naturaleza. Mis colaboradores saben de mi inclinación por los pobres, que viene de mis lejanos años en Jacinto Aráuz. Estoy cansado de luchar y luchar, galopando contra el viento como decía Don Ata.

No puedo cambiar.

No ha sido una decisión fácil pero sí meditada.

No se hable de debilidad o valentía.

El cirujano vive con la muerte, es su compañera inseparable, con ella me voy de la mano.

Sólo espero no se haga de este acto una comedia. Al periodismo le pido que tenga un poco de piedad.

Estoy tranquilo. Alguna vez en un acto académico en USA se me presentó como a un hombre bueno que sigue siendo un médico rural. Perdónenme, pero creo, es cierto. Espero que me recuerden así.

En estos días he mandado cartas desesperadas a entidades nacionales, provinciales, empresarios, sin recibir respuesta.

En la Fundación ha comenzado a actuar un comité de crisis con asesoramiento externo. Ayer empezaron a producirse las primeras cesantías. Algunos, pocos, han sido colaboradores fieles y dedicados. El lunes no podría dar la cara.

A mi familia en particular a mis queridos sobrinos, a mis colaboradores, a mis amigos, recuerden que llegué a los 77 años. No aflojen, tienen la obligación de seguir luchando por lo menos hasta alcanzar la misma edad, que no es poco.

Una vez más reitero la obligación de cremarme inmediatamente sin perder tiempo y tirar mis cenizas en los montes cercanos a Jacinto Aráuz, allá en La Pampa.

Queda terminantemente prohibido realizar ceremonias religiosas o civiles. Un abrazo a todos, René Favaloro

 
  Nombre
  Email
 
  Comentario
 
INSERTE EL CÓDIGO para activar su opinión
CAPTCHA Image
código:     ((Pincha si no puedes leer el código))

 
consulta y respeta las normas de uso
 
  Autor: Cristina 22/07/2009
  Hola Marta,

Otra vez nos vemos hoy ...

Te juro que cada vez que recuerdo las circunstancias que llevaron al Dr. Favaloro a tomar esa determinación, me sube una locura a la cabeza y una angustia tal que quisiera romper todo.

¡Qué desgracia tan grande tuvimos!.

¿Cómo pudieron ser tan indiferentes e irrespetuosos con él los gobernantes de turno?.

Y que yo voté ... ¡me cortaría las manos! ...

El segundo al mando, que fué por el que puse mi voto ... ¡se borró! ... y el primero al mando ... de quien tan buenas referencias tenía ... se volvió "gagá" de golpe y un inútil e inoperante total ...

¿Soy "boluda" como dice Cabral? ... ¿cómo iba a imaginarme
de antemano que iba a darse semejante situación? .. ¿qué indicios había? ... ¿qué no ví?.

La cuestión es que gracias a ese gobierno, y a un montón de corruptela más, Favaloro se nos fue.

¡En fin!. ¡Dios nos perdone por esta atrocidad y millones más que cometemos todos los días con un montón de gente que no tiene el renombre de Favaloro pero vale igual que él, aunque a mí me haya dolido tremendamente lo de él ... porque él estaba al servicio de todos, sin distinción de clases ni de ninguna otra estupidez!.

El libro ese ... no, no lo leí ... a lo mejor lo busco, pero no necesito saber mucho más sobre Favoloro. Creo que todo ya fue dicho ... ¿qué más se podría agregar?. Gracias igual por el dato.

Trataré de enfocarme en recordar y hacer recordar todo lo bueno de él, cada vez que la oportunidad se me presente. Y que en definitiva es lo que en verdad cuenta.

Un beso.

Cris


 
  Autor: Marta 20/07/2009
  Cristina... Qué Hermosa tu tarea en esta Web!!!...¿Te acordás que te dije que nadie es más listo que vos? Aunque yo estaba en Buenos Aires cuando sucedió el trágico suceso,lloré mucho en la Misa que le hicimos con un grupo de mis amigos...y hasta consegui ,para enterarme mejor,un libro que editó el periodista y escritor Carlos Penelas...quizás lo leiste,es "DIARIO INTERIOR DE RENE FAVALORO"...no conocia la Web de la Fundación...como tampoco toda la Historia maravillosa del Dr.ya que llevo 30 años fuera de Argentina...y tambien me ayudaste es ésto.Mil Gracias,Cristina. En cuánto al tristísimo hecho,que nos avergonzó terriblemente a todos los argentinos con conciencia,necesitaría al menos 20 páginas,tamaño oficio para desahogar mis sentimientos al respecto...Lo único que puedo decir en este momento es que,en otras culturas,el suicidio resulta una solución para la persona que considera su honor o su sentido ético lastimados...Nos resulta casi normal que un japonés,alto ejecutivo de una firma que fracasó,realize el conocido Harakiri...¿Cuántos Altos Ejecutivos y/o Gobernantes occidentales debieran hacerlo o haberlo hecho en su momento?... El Dr. Favaloro,lo hizo por todos los argentinos de los cargos gubernamentales,judiciales, comerciales o industriales,que pudiendo y teniendo la obligación de apoyar su Fundación...Misión Ciclópea para una persona tan íntegra como nuestro Héroe Máximo...lo abandonaron,fingiendo seguramente sordera,ceguera,parálisis parcial o total...Quiera el Cielo que su sacrificio sirva para despertar conciencias...como bien nos dice la muy solidaria,amorosa y evolucionada Ingrid.Que Así Sea.  
  Autor: Ingrid Matta 16/07/2009
  Querida Cristina:
Es un compromiso con Dios, llevar a cabo impecablemente la misión que se te ha asignado, y este gran hombre fué un ejemplo de ello, me pareció admirable y estoy agradecida de haberlo conocido en este espacio. Su vida, mueve conciencias, que es lo que necesitamos ahora: "vivir más concientes", en todos los ordenes de nuestra vida. Muy bello!

Abracitos

Ingrid
 
  Autor: Cristina 14/07/2009
  ¡Gracias Ingrid!

Es verdad lo que decís.

La profesión de Uds. y todas en general, pero en especial la de Uds. que trata con la salud de las personas, requiere por parte de los profesionales que la ejercen, el mayor de los compromisos, una fuerte entrega y también una severa ética en su desenvolvimiento.

El Dr. Favaloro, tenía muy en claro esta diferencia. Vivió acorde a principios dignos y decidió morirse antes que renunciar a ellos.

Va un afectuoso abrazo también para vos.

Cristina
 
  Autor: 14/07/2009
  Queridos Luis y Cristina

Gracias por traer a este espacio la vida del Dr. Favarolo, gran humanista, que además de impecable y ejemplar, nos hace reflexionar lo importante que es comprometerse de lleno con nuestra misión.

Cristina, ya le dí una ojeada a las páginas que nos recomendaste, están fabulosas, gracias de nuevo y mi abrazo de amor incondicional a los dos,

Ingrid
 
  Autor: Cristiba 13/07/2009
  Simplemente ... ¡GRACIAS!.

Es importante que se conozcan los motivos de la tremenda decisión que Ud. tomó.

No comparto el suicidio, bajo ninguna forma. Entendí sin embargo sus motivos, y confieso que si la historia se hubiese podido escribir de otra manera, yo así lo hubiese preferido ... pero bueno, de los "hubiese" se sirve Dios ... y de los "es" ... nosotros.

¿Verdad Dr.?.

Un eterno abrazo y mi más profundo reconocimiento y agradecimiento, por todo el bien, toda su obra y todo su mejor ser que supo brindarnos.

Cristina

PD:
Links con Info sobre el Dr. René Favaloro, prestigioso y reconocido médico cardio-cirujano argentino:

http://www.fundacionfavaloro.org/pagina_biografia.htm

http://www.fundacionfavaloro.org/rgf_bibliografia.htm

http://www.fundacionfavaloro.org/pagina_curriculum.htm

http://www.fundacionfavaloro.org/pagina_legado.htm

http://www.fundacionfavaloro.org/pagina_pensamientos.htm

http://www.fundacionfavaloro.org/pagina_galeria.htm

http://www.portalplanetasedna.com.ar/favaloro.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/Ren%C3%A9_Favaloro