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Autor: Ildefonso Santiago Cacho Núñez
28/06/2011
YO YA SOY UN GANADOR

E

n los pasados meses he tenido el tremendo orgullo de participar en el Primer Concurso Literario “Facundo Cabral” y con mucha satisfacción, puedo decir que independientemente del resultado del mismo, yo ya soy un ganador.

Para explicar mejor mi eufórico estado de ánimo, debo hacer una reseña que se remonta a los años 80, cuando emprendí mi viaje hacia este hermoso y bendito país, buscando el sueño que todos perseguimos en algún lugar del mundo. Todos los casos son diferentes, pero lo que indudablemente se parece es el resultado final, el haber logrado una superación en algún aspecto de nuestra vida.

Tener que partir de nuestros países de origen, no es nada fácil, considerando todo lo que dejamos atrás, nuestra familia, los amigos de la infancia y compañeros de juego, nuestra tierra, ese lugar adonde nacimos y que tira más que una yunta de bueyes y duele más dejarlo, que cuando nos jalamos un pelo de la nariz, cuando nos vamos alejando de allí, sin saber si algún día volveremos, tratando de ocultar esa lágrima porfiada que se empeña en salir y nos quiere hacer quedar como ”flojos” delante de los demás; la barra futbolera y las polémicas interminables sobre el partido de domingo, el churrasco, el vino tinto de Mendoza y las pastas de mamá; pero lo que más duele de todo, nuestros hijos…que en la mayoría de los casos es imposible traerlos  con nosotros,  por los peligros que conlleva hacerlo; nuestro arraigo cultural, que debemos cambiar por otro muy distinto y desconocido, si es que queremos encajar en la sociedad de este otro país, que al fin y al cabo e inexorablemente, con el correr del tiempo, se convierte en nuestro nuevo país, nuestro nuevo hogar.

Las interminables horas de angustia y desesperanza, las incontables horas de desvelo y lágrimas pensando en cómo estarán los nuestros…y los niños, ¿estarán bien?... ¿no se habrán enfermado?... ¿cómo andarán en la escuela, me gustaría verlos, han de estar grandes no?...e indudablemente las ganas contenidas de abordar el primer vuelo que salga de regreso a casa.
  
Mi historia no es distinta a la mayoría de las historias que les sucede a otras personas, solo tiene un detalle que la hace un poco diferente, o al menos para mí lo es.

Entre las personas que dejé atrás, cuando vine a este lugar, estaba mi hermano Pedro, mayor que yo, vivía en otra provincia y con el que no había tenido un lazo muy estrecho de convivencia y amistad desde pequeños, por circunstancias del destino y por obra de nuestra progenitora, que nunca se tomó el tiempo de hacerlo, pero al que yo quería mucho…vaya, como se quiere a todos los hermanos, ¿no?

Cuando llegué y me instalé en esta ciudad, comenzó una nueva vida para mí, pero siempre al pendiente de mis hijos y de mi familia, debido a la distancia, no siempre podemos hacer las cosas como quisiéramos, la distancia torna las cosas más difíciles.

Después de estar instalado, a los pocos meses le escribí a mi hermano Pedro, pero era un poco vago para contestar, así que al tiempo me llegó su contestación.

Lo que más recuerdo de esa carta era donde mi hermano, me decía entre otras cosas importantes, algo que me quedó grabado a fuego en mi mente, lástima que ya no tengo tan apreciada carta. La frase decía así: “Todos los hombres, somos hermanos e hijos de Dios, solamente tenemos un nombre y un  apellido distintos, para podernos identificar”

Inmediatamente me vino a la memoria, el último encuentro que tuve con él, en la ciudad de Vicuña Mackenna, provincia de Córdoba, oportunidad en la que conocí a su esposa Norma y a sus hijos, Javier y Gastón, en uno de mis viajes por la Argentina en 1978.
      
En esa época mi hermano, trabajaba en la policía de esa provincia y le acababan de entregar su casa, en un barrio nuevo, estaba muy contento al igual que yo, por habernos encontrado y sin dudas lamentamos el no haber tenido una relación más estrecha y visitarnos más seguido.

Volviendo a la realidad, también volví a mi trabajo y a seguir esperando carta de mi hermano Pedro, pero esto último, nunca sucedió.

Pasaron los años, y ya no supe más de él ni de su familia, no fue hasta hace poco más de 5 años, que en forma conjunta, con otro hermano, Gabriel, que vive en Roma, nos dedicamos a la búsqueda de Pedro, ayudados enormemente por la tecnología moderna del Internet  y los medios de comunicación de los que se dispone hoy.

Preguntamos en muchas instituciones y entidades de gobierno, recurrimos a los amigos de Gabriel, que viven en diferentes lugares de la Argentina, a la policía de Córdoba adonde Pedro trabajaba y en la policía de Tucumán, adonde tuvimos información que había trabajado también, pero nada, no logramos saber su paradero. Fue hasta hace pocos meses que a través  de mi prima Elsa Aidé, supe yo, que Pedro había fallecido hace ya varios años.

Amigos lectores, les aseguro que no importa cuánto tiempo hace que un hermano haya muerto, para que a uno se le arrugue el corazón y  sienta como si hubiese sido ayer. Lloré la muerte de mi hermano, pero más lloré la desgracia de no haber tenido una comunicación más cercana con él, sin siquiera buscar un responsable, porque quizás el único responsable de que eso sucediera…era yo mismo.

Así llegué a la participación en el Premio Facundo Cabral  y en uno de mis relatos participantes, al comienzo del mismo, menciono a mi hermano Pedro.

¿Quién eligió este relato para que fuera publicado?...no lo sé, pero de lo que si estoy seguro es que la mano de Nuestro Señor estuvo involucrada en esta acción, porque al publicarse este relato, fue leído por los hijos de mi hermano Pedro Manuel Rodríguez  y se comunicaron conmigo de inmediato, haciendo que una emoción que llego hasta las lágrimas,  se apoderara de mi.

¿Qué más puedo pedir del hecho de participar en este vibrante concurso literario?  “si ya soy un ganador”.

El solo hecho de haber encontrado a esa parte tan importante de mi familia, me consagra ya como un ganador.

El Señor, sabe cómo y porque hace las cosas, por eso es que hace mucho tiempo dejé de renegar cuando las cosas no salen como yo quiero…El es quien permite que pasen o no las cosas que nos pasan en nuestra vida y este concurso en este caso, ha sido el instrumento que él utilizó, para hacerme un ganador.

 
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  Autor: bq8fAFImDIvb 18/06/2016
  That really cateprus the spirit of it. Thanks for posting.  
  Autor: P8B3epI3kWZB 18/06/2016
  Sharp thkniing! Thanks for the answer.  
  Autor: Angel Millet 02/07/2011
  Desde un punto de vista literario el texto de Ildefonso Santiago Cacho Nuñez "Yo ya soy un ganador" no podría definirse un cuento ni tampoco un relato, como el que presentó al Concurso Literario Facundo Cabral dedicado a su recuerdo de los Reyes Magos, en San Rafael, al pie de los Andes, donde todo es "más lejos" y el tiempo está parado.¿De qué se trata, entonces? Es una crónica sobre su hermano Pedro, perdido y encontrado cuando ya no puede hablar con él. Es su llanto por el hermano muerto. Tal vez sería más justo observar que Ildefonso ha escrito un informe sobre una parte de su dolorosa historia, de su paso por este mundo,dónde por muy pocos años caminó junto a su hermano. Lejos de Pedro, el exilio se hermana a la soledad, a la pobreza, a la lucha por abrirse camino en un país que no es siempre padre con quien pide ser adoptado. Y uno vive así de recuerdos. Pero he aquí que en medio a una existencia precaria, los hijos del hermano lo descubren y él siente que es una falacia decir que Pedro ha muerto.Por eso es justo que titule este informe "Yo ya soy un ganador".
Ganaste,muchacho! Espero que te den una moneda de oro, porque uno que levanta cabeza así, como tú, se la merece.
 
  Autor: Susana Varela 01/07/2011
  Ildefonso, es muy cierto lo que tu dices, a muchos nos pasa pero en formas distintas, pero con toda sinceridad puedo decirte, querido paisano, que tocaste mi corazón, ningún sentimiento me fue ajeno. Te agradezco que hayas compartido tus vivencias, eso hace que los demás no nos sintamos casos aislados. A parte me siento feliz que hayas logrado el encuentro con el resto de tus seres queridos.
Hasta las próximas letras!
 
  Autor: CLAUDIA SILVA 30/06/2011
  Santiago, muchas gracias por compartir una parte tan valiosa de tu vida a través de éste relato tan emocionante, bello y conmovedor....Por supuesto que eres un GANADOR!!!!
A pesar de todos los momentos duros, de sufrimiento y de adversidad por los que pasaron tú y tu familia, finalmente
Dios y la vida de alguna forma te han recompensado, al darte esa oportunidad inmensa de encontrar a tus queridos sobrinos..
Felicidades y mil bendiciones!!!!
 
  Autor: ARMIDA HERNANDEZ 29/06/2011
  GRACIAS POR LA INVITACION!! , Y ME COMPLACE ESCIRBIRTE UNAS LINEAS PARA FELICITARTE POR ESTE HERMOSO RELATO SANTIAGO, Y DEJAME DECIRTE QUE ERES UN GRAN GANADOR, HAS GANADO A LA FAMILIA , A LA FAMILIA QUE UNO DESEA TENER A A SU LADO, Y QUE POR COSAS DEL DESTINO NO SE PUDO, SOLO DIOS SABE PORQUE HACE LAS COSAS, Y TU, AHORA ESTAS AQUI Y HA DE SER POR ALGO,.. LA VIDA Y DIOS TE VAN A MOSTRAR EL CAMINO, SOLO TE DIGO QUE QUE NUNCA DESPROVECHES LAS OPORTUNIDADADES QUE DIOS TE DA, Y AQUI ESTA UNA DE ELLAS.!! EL RECUENTRO CON TU FAMILIA Y LOS HIJOS DE TU HERMANO PEDRO!!.. DIOS TE BENDIGA SIEMPRE SANTIAGO ...
ME EMOCIONE TANTO AL LEER TU TU RELATO DE TU PASADO , Y EL HABLAR DE TUS ORIGENES , ESTO HABLA MUY BIEN DE TI, Y NO ME EQUIVOQUE CONTIGO , ERES UNA GRAN PERSONA, COMO AMIGO Y UN EXTRAORDIANRIO SER HUMANO. GRACIAS POR BRINDAME LINDA AMISTAD, Y MIS MEJORES DESEOS.. UN GRAN ABRAZO..Y ESTA POR DEMAS DECIRTE QUE SIEMPRE PUEDES CONTAR CON MI AMISTAD..BENDICONES

ARMIDA HDEZ..
 
  Autor: javier 29/06/2011
  Tio Fonso que emocionante tus palabras y los hechos a lo largo de tu vida, tus origenes y tu familia junto a los recuerdos de mi amado y recordado padre. tu hermano Pedro. ya lo creo y me queda mas que claro que sos un gran luchador por tus principios e ideas y un gran Ganador en la vida . es por esto que te quiero dar mis felicitaciones por estas hermosas palabras que he tenido el placer y el orgullo de leer.
es por esto y muchas alegrias mas que se van a ir dando a lo largo del tiempo del cial tenemos que recuperar como familia y como hijos de dios que somos.me quiero ir despidiendo y poder decirte que me invade una emocion tan grande como el erco iris. Abrzos tio Fonso y estaremos en contacto. saludos coordiales tu querido sobrino Javier.
 
  Autor: Ingrid Matta 28/06/2011
  Gracias por tu exquisita narración Ildefonso!!!

Definitivamente hay escritos que se sitúan de lleno en el corazón del lector, este, con certeza, me atrevo a decir, es uno de ellos. Con seguridad que eres un ganador, ganador en muchas lides en que la vida se le antoja ponernos a prueba, y además de salir victorioso, surgiste fortalecido.

Te llevas la medalla de oro en tranquilidad de conciencia, en belleza interior. Si te fijas, no batallaste con la vida, fuiste a donde el destino te llevo,seguiste fluyendo, hiciste lo que debías hacer, es por eso que el universo ahora te ha invitado a que compartas esta lindísima experiencia y a través de ella, nos estás enseñando, porque me pareció muy didáctica.

Tu narración la encuentro rebosante de amor, por ahí por donde se te lea, además, dejas percibir tu inmensa calidad humana. Me metí de lleno en ella, sencillamente porque me llegó, porque concebiste una gran historia, historia que es real, llena de sapiencia, donde involucras muchos temas, todos tan bellos como la familia, los hijos, los amigos, tus orígenes, tu infancia, las despedidas, los encuentros, los desencuentros, “la aceptación”, todo de una manera magnífica, henchida de sentimiento, y de amor puro.

De algún modo pienso y creo que respetaste la decisión de tu hermano, te quedaste con su recuerdo, con aquella carta, que vale por miles, y te digo ahora: Tu hermano Pedro, se adelantó en el tiempo, esto es justamente lo que ahora estamos reconociendo, que Somos Uno. ¿Me pregunto, sí te querría significar que por más que estuviesen distantes geográficamente hablando, no te estaría diciendo que el amor trasciende las distancias y que podrías sentirlo cerca en cada uno de los seres que trataras? Esta frase, solo puede provenir de una mente pura: “Todos los hombres, somos hermanos e hijos de Dios, solamente tenemos un nombre y un apellido distintos, para podernos identificar”.

El universo no se cansa de confabular, Ildefonso, de conspirar, de armar, de tejer esas mantas de bondad, de coincidir, y eso hizo posible tu reencuentro con una buena parte de tu hermano mayor, Pedro. Ahora, tienes a tus dos sobrinos, su prolongación, que maravilla… cuantos caminos recorridos, cuanto tiempo ha pasado desde tu despedida, han transcurrido treinta y tres años, que buen balance has logrado Ildefonso. Ya nos reencontraremos todos, con nuestros seres amados, para estar juntos por una eternidad.

En medio de tu relato, tan sentido, me encantó el final, el reencuentro con tus sobrinos y la frase: que sientes ganador y a la vez, yo diría, un excelente pedagogo. Con seguridad en tu relato se siente la obra de Dios!

Que tu alegría permanezca, tus vivencias, así estaban escritas, no hay responsables, fue lo que tuvo que ser. Hiciste tu tarea impecable, de ahí que te sientas feliz y ganador.

Muuchos abrazos, para tí, tu familia, sus amigos, tus sobrinos, a todos y que esta celebración continué.

De nuevo, gracias!
 
  Autor: roxana rodriguez 28/06/2011
  TIO FONSO,me parece raro llamarte asi despues de tantos años de busqueda pero si coinsido con vos que todo pasa x las manos del señor y que gracias a el nos podamos conocer,ME ENCANTO TU RELATO,gracias x nombrar a mi padre a mi y a mi hermano BESOS,,,