Y a había llegado a un estado deprimente. Levántate y anda, --como diría Cabral- lleva a los chicos a sus ocupaciones, vete al trabajo, llega a casa, cocina, lava, plancha, cena, duerme…..y mañana, pasado y todos los días y ¡todos los años! La triste monotonía que invade al ser humano.
Sentía que no me quería despertar, la falta de algo, de cualquier cosa que estimulara mi existencia, me estaba llevando a un “vivir solo porque respiro” Difícil planteamiento de mi vida que me estaba llegando a preocupar muchísimo.
El desánimo era la constante. No había luz en el horizonte de mi vida. Necesitaba de un estímulo pero, caminaba sin rumbo por el universo. ¿Cómo hallarlo? Ese era el dilema.
Un rato de distracción en las redes sociales era todo. Pero viendo y buscando encontré una página dedicada al Maestro Facundo Cabral. No podía ser de otra manera y me convertí en seguidora; es más, hasta me atrevo a confesar que esta Web cambió el curso de mi vida; digamos que encontré el estímulo que buscaba. MI gratitud para Carlos Requejo que me llevó de su mano hacia tan lindo lugar cibernético que, sin duda alguna, es una medicina para el alma.
Pasó algún tiempo en el que Carlos Requejo, publicaba muchas cosas sobre el maestro y le solicité su amistad. Siempre ponía comentarios y asuntos agradables e inteligentes y noticias de don Facundo.
Este joven un día me envía una invitación a un concurso de literatura con el nombre nada más y nada menos que de Facundo Cabral. Mi gratitud hacia Carlos Requejo es inmensa puesto que, gracias a él pude conocer esta excelente página, única en el mundo, conocida mundialmente como HOMENAJE A FACUNDO CABRAL. Me cabe el orgullo de contar que, esta Web es ahora un sedante para mi alma.
Eso fue el año pasado y la fecha máxima de presentación era para el CUMPLEAÑOS del maestro, el 22 de mayo. Con toda honestidad puedo decir que el día cinco aún no había escrito una letra. Claro que, ahora me llevo la alegría de la prórroga que se ha hecho al respecto y, con toda seguridad, algo nuevo brotará del fondo de mí ser para narrar de nuevo.
Pues no fue hasta el día 7 que logre escribir algo, motivada en la frase que figura al comienzo de “El Túnel” de Ernesto Sábato. Lo envié con las indicaciones recibidas y ya. Inmediatamente sentí que era una tonta y que había enviado algo de muy poca monta para lo significativo del evento. Cual sería mi sorpresa que a los dos días llega el correo acusando el recibo del mismo. Me respondió un señor llamado Pla Ventura el que, con gratitud y respeto me daba las gracias por haber participado; me sentí muy halagada puesto que no creía que mi trabajo sería tomado en cuenta.
Quien iba a pensar que sin suceder materialmente nada, mi vida simple y vacía daría un vuelco. No puedo dejar de confesar que, ese acontecimiento le ha dado un giro hermoso a mi existencia; en el correo en que Pla Ventura me respondía, hasta quedaba invitada para participar en lo que para mí suponía el gran festín de esta Web tan particular y cargada de amor hacia Cabral. Yo, una mujer sencilla, ciudadana del mundo, había sido elegida por el destino para tan bello menester; para ser una más y poder contar mis emociones junto a Cabral.
Ese mismo día, a instancias de Carlos Requejo, estaba en el trabajo y es donde recibí el correo del que hablo para sentir, como dije, una felicidad muy especial para contar lo que mi alma me pida. Y me encantó, porque, en esto y en todo, no se trata de ser importante, sino de ser tomado en cuenta, y él, en su grandiosa humildad, lo hizo, ¡me había tomado en cuenta!
No sé de qué se trata, es un encuentro lejano de no sé qué tipo, pero sea como sea, tengo la seguridad que habrá una segunda parte para contar y muchísimo por escribir. Pensar que alguien me había tomado en cuenta, ello supuso para mí una dicha inigualable. Ver mi nombre colgado en tan significativo lugar me conmovió. Por el amor que siento hacia Facundo Cabral, ser arte y parte de este maravilloso elenco de personas que trabajan y crean en su honor, me cautivó y, lo que es mejor, me ha motivado para seguir narrando. Mucho me queda por decir, tanto como Cabral anhela recibir.
Con cariño y gratitud al señor Pla Ventura que me ha permitido formar parte de esta Amorosa Fraternidad en honor a Facundo Cabral. |