iquest;Dónde me esperas Jesús? ¿En que tramo del camino te voy a encontrar?
¿Será en el Parque?
Estarás esperándome junto al rosal, o bajo la sombra del frondoso árbol donde van a dormir las pequeñas aves y donde juegan y saltan los niños gozosos?
¿Dónde me esperas Jesús? ¿Será en el mar?
¿En ese mar que tantas veces he surcado en busca de aventura, y donde a Proa y con el balanceo de las olas y el crujir de las velas, me he sentido mar y viento y siempre te he soñado?
¿Dónde me esperas Jesús? ¿Será en el mar de la noche?
¿Dónde mi barco, ya en el Puerto, reposaba sobre las aguas oscuras y quietas, y con el tintineo de los obenques, la cálida brisa, el sabor del salitre y una música lejana invitaban a tu recuerdo?
¿Dónde me esperas Jesús?
¿Será en la cima, ya en lo más alto, donde la mirada se pierde en la inmensidad del espacio inalcanzable, donde el viento silva y me trae en susurros tu palabra?
¿Dónde me esperas Jesús?
¿Será en la casa entre sábanas de hilo bordadas, por mi madre largo tiempos guardadas para su hija muy amada o será en el número de una habitación de anónimo Hospital donde yacerán mis males?
¿Dónde me esperas Jesús?
Porque tú y yo nos tenemos encontrar y sé de lo mucho que tenemos que hablar, aunque para ti nada es escondido quiero que me escuches y contarte...
Contarte...
De mis aciertos y desaciertos de mi quereres y desamores, de mis risas y mis llantos, de mis noches sin sueño, de mis preguntas sin respuestas de mis esperanzas halladas o negadas. De las piedras encontradas, de los ríos, lagos y reflejos y de mis ansias traspasadas.