A l respecto del ensayo de Pla sobre los falsos amigos, quisiera narrar unas vivencias basadas en mi propia experiencia. Es una realidad, como Pla certifica y que lamentablemente y de forma recurrente aparece en la historia de la humanidad, y hay numerosas referencias a ello (no descubrimos nada nuevo). Pero el hecho es que en estos momentos de mi vida lo que me rodea es justamente todo lo contrario.
Me explicaré, hace algún tiempo y por circunstancias de la vida, me he visto sumergida en una situación dolorosa de difícil tránsito. En un momento dado, me sentí totalmente hundida y sobrepasada y cuando la desesperanza se instauraba en mi alma, una simple llamada telefónica cambió mi horizonte y aunque la situación dolorosa seguía estando ahí, mi percepción cambió al escuchar algo tan simple como era el comunicarme que ante tal trance no iban a permitir que estuviera sola.
Y de repente, cual una diáspora a la inversa, la habitación del hospital donde me encontraba cuidando de mi pareja se llenó de amigos que desde diferentes puntos de España y Europa acudían para apoyarnos y sostenernos en esos duros momentos. Aún hoy me emociono al recordarlo. Yo que siempre había desempeñado el papel de escuchar, aconsejar, intentar ayudar a otros..., pero que nunca había sido receptora de esos cuidados, me sorprendí al ver cuan generosos y desprendidos fueron nuestros AMIGOS.
Increíble pero cierto, emocionante y maravilloso. Descubrí que el recibir el cariño de tanta gente vigoriza el alma. Me sentí arropada por Ángeles, que acudían decididos para auparme y disipar las tinieblas que anidaban en mi corazón. Y en verdad iluminaron tanto mi corazón que aunque el desenlace era fatal, el rayo de luz que ellos me aportaron, sigue en mi corazón y a pesar de que la pérdida es grande, no es menos grande mi agradecimiento hacia cada uno de ellos. Así que convengo que el ser humano es un espécimen extraño, pero si es capaz de las más abominables ruindades, también es capaz de las más maravillosas acciones.
Y yo por ahora quiero sentir lo maravillosa que es la amistad y saborearla. Es mi manera de rendir homenaje a cada uno de ellos, a cada ser humano que es capaz de sentir y actuar como amigo incondicional y leal.
Recordar que si es bonito dar, también es dulce recibir y beneficia a las dos partes implicadas.
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