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Autor: Isaura Díaz Figueiredo
17/01/2017
HISTORIA Y LEYENDA DE SAN ANTONIO ABAD

A

ntonio Abad nació en el pueblo de Comas, cerca de Heracleópolis Magna, en el Bajo Egipto. Se cuenta que alrededor de los veinte años de edad vendió todas sus posesiones, entregó el dinero a los pobres y se retiró a vivir a una comunidad local haciendo vida ascética. Luego pasó muchos años ayudando a otros ermitaños a encaminar su vida espiritual. Más tarde se fue internando mucho más en su interior naciendo el deseo de vivir absoluta soledad.

De acuerdo con los relatos de San Atanasio y de San Jerónimo, Antonio fue reiteradamente tentado por el en el desierto por el maligno. Su fama de hombre santo y austero, atrajo a numerosos discípulos.  Es considerado el fundador de la tradición monacal cristiana. Sin embargo, y pese a su carisma, nunca optó por la vida en comunidad y se retiró al monte Colzim, cerca del Mar Rojo, en absoluta soledad. Abandonó su retiro en el año 311 para visitar Alejandría y predicar contra el arrianismo. ¿Qué es el arrianismo? Una herejía que tuvo su origen en las ideas de Arrio (silo III) que se caracteriza por negar que Jesús tuviera la misma condición divina que Dios Padre.

Fue condenado el arrianismo en el Concilio de Nicea, año 325.San Jerónimo, cuenta que Antonio fue a visitarlo en  edad madura y lo encaminó a  la vida monástica; “el cuervo que, según la tradición, alimentaba diariamente a Pablo entregándole una hogaza de pan, dio la bienvenida a Antonio suministrando dos hogazas”. A la muerte de Pablo, Antonio lo enterró con la ayuda de dos leones y otros animales; de ahí que sea patrono de sepultureros y  animales.

Se cuenta también que en una ocasión se le acercó una jabalina con sus jabatos (que estaban ciegos), en actitud de súplica. Antonio curó la ceguera de los animales y desde entonces la madre no se separó de él y le defendió de cualquier alimaña que pusiera su vida en peligro.

Se afirma que Antonio vivió hasta los 105 años, y que dio orden de que sus restos reposasen a su muerte en una tumba anónima. Sin embargo, alrededor de año 561 sus reliquias fueron llevadas a Alejandría, donde fueron veneradas hasta siglo XII. La Orden de los Caballeros del Hospital de San Antonio, conocidos como Hospitalarios, fundada por esas fechas, se puso bajo su advocación. Tras la caída de Constantinopla, las reliquias de Antonio fueron llevadas a la provincia francesa del Delfinado, a una abadía que años después se hizo célebre bajo el nombre de Saint-Antoine-en-Viennois. La devoción por este santo llegó también a tierras valencianas, difundida por el obispo de Tortosa a principios del siglo XIV.

Actualmente se celebran grandes fiestas en su honor La orden de los antonianos se ha especializado desde la fundación en la atención y cuidado de enfermos con dolencias contagiosas:peste, lepra, sarna, enfermedades venéreas y sobre todo el ergotismo, llamado también fuego de san Antón  o culebrilla.

El día 17 de enero, celebra la iglesia la festividad de San Antonio Abad; San Antón como popularmente se le conoce en todos los pueblos de España en los que ha arraigado una gran devoción a este santo, protector de los animales. Y como es costumbre en los ambientes rurales  se llevan a cabo en este día varios ritos para conservar la salud de los animales.

Es sabido que San Antón era muy frecuentemente acompañado de un cerdito; en esta fiesta  las Cofradías que llevan el nombre de este santo rifan un cerdo y el dinero recabado es utilizado para fines benéficos.

Consultados varios estudios sobre éste santo, todos coinciden en qué resulta difícil su personalidad. San Antonio Abad, constituye casi un paradigma de una santidad particular, se llega a hablar de una vertiente ocultista y de videncia.  Así nos surge unas veces como el acosado por excelencia de los demonios, el tentado por todos los horrores infernales; otras como el patrono popular de los animales domésticos; otras como el solitario fundador de una orden monástica,  otras como el anacoreta longevo que se alimentaba de frutos silvestres. 

Curiosidad:

"Hubo un tiempo en Madrid en que no era extraño ver piaras de cerdos caminando por la villa. Estos animales tenían un día señalado en el calendario que ha dado origen a la fiesta de San Antón (San Antonio Abad), patrón de los animales y las mascotas. Su origen se remonta a la  Edad Media, esta  es la primera fiesta tras el Año Nuevo, divertía a los campesinos bajo el nombre del Cerdo del Concejo o Rey de los Cochinos. Una tradición popular que consistía en cuidar colectivamente un cerdo que se ponía a disposición del concejo de la villa y que, según algunos historiadores, coincidía en el tiempo con otras citas populares como la de los asnos y los locos”.

La transformación en fiesta religiosa se produjo durante el Siglo de Oro. Los porqueros llevaban sus cerdos engalandos, muy bien lo relata Cervantes y se premiaba al más irugunal. También se organizaba una carrera entre los cerdos seleccionados y el primero en llegar a un abrevadero  era nombrado “Rey de los Cochinos o cerdos o guarros”.

Además del galardonado cerdo se elegía  a un porquero mediante  sorteo,  según cuenta la tradición, se le disfrazaba de san Antonio Abad y se le subía a un burro. Adornado con productos propios del campo, el marranero se dirigía a la ermita de San Antonio. Le seguían los cerdos, con su rey a la cabeza. Allí les esperaban los monjes antonianos para bendecir la paja y la cebada con la que se alimentarían los animales y el pan de sus dueños. De ahí el comprar los “panecillos de San Antonio” 

Cuando los judíos conversos al cristianismo decidieron criar un cerdo en la sierra de Francia (Salamanca) hace cinco siglos  con la finalidad de demostrar su fe ante el Tribunal de la Santa Inquisición desconocían que sería uno de los animales más mediáticos, filmado por cámaras de los cinco continentes.

Es el conocido en toda la Sierra salmantina como Marrano de San Antón,  cerdo de raza ibérica que, con un peso de 30 kilos, desde el mes de junio vaga por las callejas de La Alberca (Salamanca), Mogarraz etc. Por la fiestas San Antón, el cerdo se rifa en público y al que le toque (tendrá la suerte de poder sacrificarlo para elaborar los tradicionales embutidos, ya que el animal ha alcanzado en estos meses de buena vida los 170 kilos) Eso era antes, ahora su peso es dado en productos curados y preparados por las fabricas dedicadas a la curación y matanza del cerdo.

Los conversos entregaban el cerdo a la Iglesia, como buenos cristianos deseando engañar  a la Inquisición, desde hace varias décadas la rifa del  guarro de San Antón sirve para apoyar a alguna causa solidaria.Nota: Como no podía ser de otro modo, el marrano de San Antón tiene su propia escultura ubicada en la Plaza del Solano Cimero (Alberca). Se trata de un monumento realizado en granito dedicado a este peculiar protagonista.

 
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