odavía no había empezado a andar cuando mis padres ya me pusieron en los brazos un tierno y suave conejito, como así lo atestigua una fotografía de entonces. Después de jovencita en mi fiesta de cumpleaños dos buenos amigos, que aún lo son, me regalaron otro conejito muy blanco, este vivió al fondo del jardín por un tiempo, comía alfalfa y no recuerdo más.
Pasaron unos años y tuve a LASSIE, una perrita que encontré en la calle desamparada y muerta de frío, era completamente negra de pelo corto vivaracha y juguetona. Sólo a mi dejaba que arreglara a sus cachorros a los demás les enseñaba unos colmillos bien afilados. La quise mucho.
Después llegó LAIKA, era un espléndido ejemplar de Pastor Alemán, su pelo formaba sobre su lomo en manto de color negro azabache y su hocico y patas de color marrón claro, de cachorro arrasó zapatos, alfombras, bajos de cortinas... en fin todo lo que podía mordisquear, se hizo adulta y aún recuerdo su mirada, que era inteligente, profunda e inocente. Se convirtió en señora y dama de la casa, a mi, sin ir más lejos, me tenia de "portera" tanto era su afán por entrar y salir de la casa al jardín, hasta que llegado un punto yo me enfadaba y desistía.... por un rato.
Y llegó WHISKY, lo llamamos así por el color de su pelo que era espeso, largo y brillante, lo encontré en un recodo de la carretera hambriento y lleno de miseria, debía tener tres años. Lo limpié, lo alimenté y juntos vivimos algunas aventuras con el que era entonces el Guardia Municipal del Pueblo. Al final se quedó en casa y convivió algunos años con LAIKA, al principio no se toleraban pero un día mi hijo se los llevó al bosque y los trajo hermanados (!). El aspecto de WHISKY era entre Lobo y Zorro y trotaba con mucha gracia. Su fidelidad hacía mi fue tanta que hoy todavía lo añoro. Cuando se fue me dejó muy sola.
Los dos, LAIKA Y WHISKY descansan, después de convertirse en polvo, en el jardín, uno tiene la Gardenia el otro Margaritas. LASSIE no está porque la atropelló un camión y mi buen amigo SAUL, para que yo no la viera, recogió todo y la puso en su casa.
El último es TITO, lo encontramos en la calle desvalido y enfermo, después de algunas operaciones se puso bien y ahora vive con mi hermana, es completamente blanco con el pelo muy rizado y es muy mimoso, le gustan las golosinas y sobre todo dormir y dormir. Cuando me visita corre veloz hacía mi con su orejas al viento y del golpe tan fuerte que me da con las patas sobre el pecho a veces me hace perder el equilibrio.
Ahora ya no tengo animales grandes, soy un tanto mayor y me costaría mucho atenderlos además como dicen algunos amigos me he convertido en una "parrandera" pues siempre estoy por ahí viviendo la vida.
¡¡¡¡Pero ahí no termina LA COSA!!!
Tengo hormigas que forman hileras por el jardín, arañas que tejen en los arbustos, lagartijas al sol, algún caracol y dragoncillos que comen mosquitos, pues también tengo mosquitos! Y pájaros, muchos pájaros que vuelan salvajes por el aire como mis sueños, me visitan Mirlos que con su cicatero pico me estropean los parterres, dos Tórtolas, alguna Garza negra y blanca, el Petirrojo que llega en otoño y parte en primavera hacía lugares más templados y en primavera y verano los Gorriones que llegan en tropel sin olvidar a las Gaviotas que vuelan alto yendo y viniendo del mar.
¡¡¡¡Para no vivir cantando con todo lo que yo tengo!!!!